Modalidades de mar
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(IT) Señor Presidente, en relación con el informe Ortuondo Larrea sobre la inspección de seguridad de los buques, tengo que decir que, aunque he votado a favor, hubiera preferido que las sociedades de clasificación
que inspeccionaran los buques y que dieran vía libre a los buques que surcan nuestros mares y los mares de fuera del Mediterráneo, para que fueran asistidos en la realización de estas inspecciones por marineros pensionistas, intendentes pensionistas, oficiales de sala de máquinas pensionistas y comisarios pensionistas, que tienen una gran experiencia y están altamente cualificados para evaluar si los buques son realmente seguros. europarl.europa.eu
libre a los buques que surcan nuestros mares y los mares de fuera del Mediterráneo, contasen a la hora de llevar a cabo estas inspecciones también con algunos marinos jubilados, primeros oficiales jubilados, jefes de máquina jubilados, jefes de comedor de hotel jubilados que tienen una amplia experiencia y pueden controlar perfectamente si los buques son realmente seguros. europarl.europa.eu
Ha habido muchos desarrollos, se han hecho muchos avances, y sigo confiando en que seremos capaces de recorrer la última milla que nos queda por recorrer para la realización de una gran tarea, la de dar a todos los europeos
Los términos aguas internacionales o aguas transfronterizas se aplican cuando cualquiera de los siguientes tipos de masas de agua (o sus cuencas de drenaje) trascienden las fronteras internacionales: océanos, grandes ecosistemas marinos, mares regionales cerrados o semicerrados y estuarios, ríos, lagos, sistemas de aguas subterráneas (acuíferos) y humedales[1].
“Aguas internacionales” no es un término definido en el derecho internacional. Se trata de un término informal, que suele referirse a las aguas que se encuentran más allá del “mar territorial” de cualquier país[2]. En otras palabras, “aguas internacionales” se utiliza a menudo como sinónimo informal del término más formal alta mar o, en latín, mare liberum (que significa mar libre).
Las aguas internacionales (alta mar) no pertenecen a la jurisdicción de ningún Estado, lo que se conoce como la doctrina del “mare liberum”. Los Estados tienen derecho a la pesca, la navegación, el sobrevuelo, el tendido de cables y tuberías, así como la investigación científica.
La Convención sobre la Alta Mar, firmada en 1958 y que cuenta con 63 signatarios, definió la “alta mar” como “todas las partes del mar que no están comprendidas en el mar territorial o en las aguas interiores de un Estado” y donde “ningún Estado puede pretender válidamente
Mares bajos
Ya sea que las conozcas como alta mar, aguas internacionales o el mare liberum en latín, las masas de agua que se encuentran más allá de la jurisdicción nacional son clave para garantizar la supervivencia de nuestro planeta y de la raza humana.
Suena dramático, pero el océano -aunque a menudo se deja de lado en las conversaciones sobre el clima- es una de las herramientas más vitales para hacer frente al cambio climático. De hecho, hay una serie de razones por las que la salud de la alta mar es vital para la humanidad; por ejemplo, son uno de los sumideros de carbono más importantes de nuestro planeta, ya que absorben alrededor de una cuarta parte del exceso de CO2 procedente de las emisiones generadas por el hombre. Además, los ecosistemas intactos de todas las partes del océano, incluida la alta mar, contribuyen al transporte y al secuestro de carbono desde las aguas superficiales hasta las profundidades marinas, donde puede almacenarse durante largos periodos de tiempo. Y no olvidemos que ecosistemas como los arrecifes de coral y los manglares ofrecen protección a las comunidades costeras frente a las tormentas e inundaciones agravadas por la crisis climática.
La historia nos dice que este tipo de tratados funcionan. Por ejemplo, en 1986, la CBI (Comisión Ballenera Internacional) acordó un tratado para prohibir la caza comercial de ballenas. Según National Geographic, esto ha hecho que el número de ballenas jorobadas en el océano Índico occidental se dispare de menos de 600 a finales de los años 70 a más de 30.000 en la actualidad.
Las libertades de alta mar incluyen cuál de las siguientes
Hay un proverbio que me gusta: “Si quieres ir rápido, ve solo; si quieres ir lejos, ve acompañado”. Pensé en este proverbio mientras seguía las recientes negociaciones de la ONU en torno a un tratado para establecer una gobernanza internacional para la alta mar.
La alta mar -la parte del océano que queda fuera de cualquier territorio nacional- cubre casi el 50% del planeta, pero hasta ahora está sujeta a pocas regulaciones de ningún tipo. El tratado propuesto por la ONU pretende establecer directrices “para la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina en las zonas situadas fuera de la jurisdicción nacional”. Con tres sesiones más de negociación por delante, el objetivo es ratificarlo para la primavera de 2020.
Cuando hace poco más de un año escribí que “necesitamos un Acuerdo de París para los océanos”, abogaba precisamente por este tipo de gobernanza internacional. Estas negociaciones son un paso importante en esta dirección, con propuestas de nuevas y vastas áreas protegidas y cambios en la forma en que las naciones han llevado a cabo la pesca, la minería y la bioprospección en el océano abierto. Pero muchas de estas propuestas ya están encontrando resistencia.